Salud, equilibrio, abundancia y paz interior
1.- Descubre cuanto vales.
Esta puerta lleva a practicar un autoanálisis sobre la valía como persona, muchas veces se le da valores negativos a la forma física sin considerar que lo más importante del ser es lo espiritual; de qué sirve ser atractivo o no cuando se es feo interiormente, hay que valorarse de forma positiva, porque la persona irradiará y recibirá energía positiva. Se tiene el derecho de tener todo lo que se quiere, la persona tiene que descubrir cuanto vale y que se merece lo que desea.
2.-Recupera la voluntad.
Si estas falto de motivaciones y aletargado, hay que levantarse, pensar en los planes que se tienen que realizar. Hay que ser fuerte, visualizar las metas a trazar y ejecutarlas con una voluntad inquebrantable para lograr los objetivos.
3.-Revitalizar el cuerpo.
Esta es la tercera puerta de las 12 puertas de Dan Millman, donde la salud es parte fundamental del arsenal que se dispone para enfrentar los cambios a realizar y alcanzar los objetivos. Vitalizar el cuerpo, energizar los músculos ya que esto permitirá entrar en contacto con el medio ambiente, brindando un bienestar en el organismo.
4.-Administrar el dinero.
El realizar trabajos para la comunidad y para el sustento propio tiene una recompensa en dinero. El haber descubierto el valor propio hace que se valore el dinero y se encause para obtener los objetivos trazados. El dinero es energía y como tal debe ser usado.
5.-Domina la mente.
El cerebro guarda la información que se va recibiendo en la vida; la sociedad actual tiene establecidos una series de parámetros de comportamiento que rigen a las personas, cuando el individuo no cumple con estos se ve desplazado y sufre, se llena de miedos al no poder seguirlos. La mente y el comportamiento deben ser propios, sin dejarse influenciar por el entorno, permitiendo así dominar las inseguridades y disfrutar del mundo tal cual es.
6.-Cree en tu intuición.
La intuición eleva al individuo a un plano superior, permite conectarse con su yo interior, ser más sincero y claro con el mundo que lo rodea. Este es el punto intermedio de las 12 puertas de Dan Millman para lograr una vida feliz y productiva.
7.-Acepta tus sentimientos.
El dejarse llevar por los sentimientos no permite ver la realidad tal como ésta se presenta. Las emociones y pensamientos no deben influir en la realidad que se percibe.
8.-Enfrenta tus miedos.
El temor siempre esta presente en la vida, lo desconocido no esta dentro del círculo de control, se debe enfocar la mente en lo positivo, tomando el control de las emociones y llenarse de coraje. Para seguir adelante se tiene que enfrentar los miedos y vencerlos sin importar lo grandes que sean.
9.-Ilumina tu sombra.
El conocerse y comprender lo que hay dentro de cada uno, permite ser auténtico. Hay que revisar el yo interior e iluminar lo oscuro que hay allí; el conocer lo que hay en el interior permitirá no perder el tiempo en cosas sin importancia, se debe valorar lo que es positivo y así será una persona más eficaz y segura.
10.-Acepta tu sexualidad.
En las funciones del cuerpo se encuentran numerosas energías. La negación de la energía sexual no es recomendable, se debe aceptar los deseos sexuales y la forma de ser de la pareja. Hacer el amor es una práctica de espiritualidad y de alegría en la vida.
11.-Despertar nuestro corazón.
Hay que abrir la puerta al corazón rebosante de amor y no confundirlo o ensuciarlo con sentimientos que ahoguen y controlen. El amor ilumina el día y llena a todos de un sentimiento hermoso.
12.-Servir al mundo.
Esta es la última de las 12 puertas de Dan Millman, es la culminación del entrenamiento, el servir al mundo da sentido a la acumulación de conocimientos y sentimientos, el servir a los demás lleva a la abundancia y a la felicidad en la vida. Lo cual es el sentido del viaje.
Al final, la semilla que no se haya sembrado no crecerá. Al final, sólo podremos alimentarnos de la presa que hayamos cazado.
A menudo escuchamos que para vivir una vida plena y satisfactoria debemos salir de nuestra área de confort. Esto es verdad, y la mayoría asiente con la cabeza cuando escucha esta frase. Pero pienso que generalmente no se entiende lo que esta frase significa. Si me permites, la explicaré para ti: lo que esto significa, es que si queremos conseguir las cosas buenas de la vida debemos estar incómodos. Esto, por supuesto, no puede ser de otra manera: si sales de tu área de comodidad, estarás incómodo; si no estás incómodo, es porque todavía estás en tu zona de confort.
Así que en la vida debemos amar algo o a alguien. Y reconocer que el miedo y el amor van juntos. A veces, nos dicen que estas dos cosas son enemigos. Y tal vez lo sean. Pero van siempre juntos. Podemos darnos cuenta de que cuando amamos, también hay un miedo enorme y muy presente a que las cosas salgan mal. Esto es así porque nos importan verdaderamente, y sabemos que nuestra única opción cuando amamos verdaderamente, es dar lo mejor que tenemos. Así pues, debemos amar y esforzarnos por dar lo mejor de nosotros. Para estar seguro de lo que amas, pregúntate si también te asusta un poquito. Y para estar seguro de que te estás esforzando adecuadamente, pregúntate si estás un poco incómodo. Esta es la mejor combinación. Si no te asusta un poco, no lo amas: déjalo, porque no querrás esforzarte por algo que realmente no te importa. Si no estás incómodo, no te estás esforzando: nada crecerá porque nada estás cultivando.
Lo mejor es estar lo suficientemente incómodo para que te des cuenta de que te estás esforzando, de que te estás entrenando en algo, pero no tan incómodo que rehúyas o postergues el esfuerzo por miedo a realizarlo. Poco a poco la soberanía que tienes sobre tu voluntad irá creciendo, y también la confianza que tienes en ti mismo. Poco a poco serás capaz de realizar tareas más grandes porque tus fuerzas serán mayores también. La constancia siempre concentra poderes mayores que los arranques de entusiasmo, y consigue mayores logros.
En esta vida podemos ser guerreros y cazadores, o víctimas y presas. Los guerreros saben que en la vida hay que esforzarse y luchar, y que su destino depende de las destrezas que desarrollen y apliquen. Los cazadores conocen lo que necesitan, conocen su ambiente y conocen la forma de conseguir lo que necesitan en el territorio que la vida les dio. Las víctimas piensan que los demás juegan en su contra y que la vida les debe algo, que las cosas deberían de ser más fáciles, y que no deberían hacer nada hasta que la realidad coincida con sus fantasías caprichosas. Las presas simplemente sirven, con su tiempo y energía, como alimento para otras personas o para hábitos negativos que simplemente los consumen sin otorgar nada bueno a cambio.
Con los buenos hábitos somos como cazadores y con los malos hábitos somos como presas. Los buenos hábitos son aquellos que traen cosas buenas a nuestras vidas. Los malos hábitos son aquellos que traen desgracias a nuestras vidas. Cada uno de nosotros puede decidir qué es lo que quiere y qué está dispuesto a dar como pago por ello. Pero el dolor es parte de la vida y no se puede evitar: o pagamos el precio de la disciplina o pagamos el precio del sufrimiento por los malos resultados. Así que los buenos hábitos son difíciles de atrapar y requerimos esfuerzo y disciplina para salir de la inercia y conseguirlos; los bellos resultados que conseguiremos con ellos harán que todo haya valido la pena. Los malos hábitos son depredadores buscando presas descuidadas o entregadas a la inercia de las cuales alimentarse; permanece distraído y perezoso y no tendrás que buscar la desgracia, ella te encontrará.
Es la actitud de dar lo que nos convierte verdaderamente en adultos, no el tamaño de nuestro cuerpo ni las vueltas que la Tierra ha dado al Sol desde que nacimos. Si seguimos esperando que la vida y los demás nos den aquello que nosotros queremos recibir, seguimos siendo niños, sin importar la cantidad de de grados académicos en nuestro haber o la posición social de la que disfrutemos. Un niño depende de los demás, necesita recibir para poder desarrollarse, y cuanto más joven el pequeño tanto más cierta es esta afirmación. La madurez de una persona puede ser medida por la congruencia con la que su vida se adecúe a la comprensión de que la hoguera necesita de leña antes de que nos pueda dar calor…de que se desarrollará lo que cultivemos y de que somos nosotros los que debemos aprender los principios que rigen la vida y usarlos a nuestro favor con la mayor sabiduría posible, sin esperar a que se vuelva más fácil. La vida no nos debe nada, ella llegó primero.
La paciencia es un hábito importante para llegar al destino que anhelamos y para ver crecer aquello que amamos. La paciencia es la virtud de esforzarnos con perseverancia en el ejercicio de aquello que nos parece deseable, sabiendo que las cosas, por orden natural, necesitan tiempo para desarrollarse. Esperar y ser paciente son cosas diferentes. La persona paciente está caminando, y continúa caminando, sabiendo que más tarde o más temprano llegará al sitio al que desea llegar. Esperar a menudo significa que nos sentamos, inmóviles y frustrados, deseando que el destino elegido se acerque a nosotros. Pero lo único que se acerca a nosotros sin que nosotros nos movamos, es la muerte. Y la muerte llegará de todas formas.
Debemos tener cuidado con los malos hábitos, es verdad. Pero también debemos tener cuidado con aquellos hábitos de los cuáles decimos que “no tienen nada de malo”. No tienen nada de malo pero, ¿tienen algo de bueno? Porque al darles tu tiempo también les estás dando tu vida, y puedes pasarte todo tu tiempo sobre esta tierra haciendo cosas que no tienen nada de malo y descubrir al final que tampoco cultivaste nada de lo que verdaderamente querías cultivar, que no dijiste “te amo” a quien lo querías decir, que no disfrutaste de cosas meritorias…y que ya es demasiado tarde para hacerlo. Vive la vida que quieres y date cuenta de que necesitarás romper tus malos hábitos y tu negligencia para poderlo hacer. Vive la vida que quieres, y hazlo pronto. Vive la vida que quieres, y date cuenta de que solamente lo puedes hacer ahora.
El paradigma que le van inculcando a a cada niño(a) al nacer en esta sociedad materialista-consumista es que tiene que aprender HACER ALGO para poder TENER ALGO para poder SER ALGUIEN y que solo así podrá ser feliz.
Este paradigma falso impuesto en la mente inocente de un niño hace que su mente tomen como algo prioritario aprender a hacer cosas, las más que pueda, para poder tener y acumular las más que le sean posibles.
Este paradigma hace que a la mente no le importe el cómo va a conseguir las cosas, ya que de lo que se trata la vida, según este paradigma es; hacer y tener lo más que se pueda a cualquier costo para SER ALGUIEN y poder ser Feliz. Por lo que a la mente no le importa hacer trampa con tal de lograr sus objetivos. $$$
Viejo paradigma
HACER-TENER-SER
El nuevo paradigma que venimos instalando miles de maestros en este momento en todo el mundo es:
SER-HACER-TENER
Para realizarnos y Ser Felices en esta vida lo Primero es lo Primero hay que Ser Seres de Calidad Humana, Seres de Principios Universales (Integros, Congruentes, Honestos, Responsables etc.)
¿Que quiere decir esto de Seres de Calidad Humana?
Seres enfocados en Ser más tolerantes, respetuosos, amables, serenos, honestos, responsables, considerados, amorosos etc. etc. y si somos más humanos, el hacer será de mejor calidad y nuestro tener vendrá por añadidura. (Este es el nuevo paradigma a instalar)
De no hacer el cambio de paradigma como sociedad seguiremos en decadencia como lo muestra este video en el cual de lo que se trata es de conseguir el resultado $$$ sin respetar los principios universales de Integridad, Honestidad, Congruencia y Respeto por el bien común.
EL MARKETING DE LA LOCURA
"Todos los procesos de la naturaleza son exitosos. La naturaleza no conoce las fallas. Jamás planea nada más que para el éxito. Aspira a resultados en cada forma y manera.
Para ser exitosos de la mejor forma y en el puro sentido, debemos, con la naturaleza como modelo, copiar sus métodos. En sus principios y leyes descubriremos todos los secretos del éxito”. Paremos entonces y pensemos en esto por un momento.
Mira todas las hermosas cosas que están tomando lugar en la naturaleza, porque la naturaleza no conoce las fallas.
Ahora, imagina, por ejemplo, que has plantado una semilla en la tierra.
Esperas la planta al día siguiente? Claro que no!
Regarías la planta, la fertilizarías y nutrirías esa semilla? Por supuesto!
Entonces, cuando plantamos la semilla en nuestra mente... Por qué pretendemos que aparezca instantáneamente?
Acaso no entendemos que existe un período de gestación? A ese período lo llamamos "Ley de Gestación”.
Todas las semillas tienen un periodo de gestación e incubación.
Bueno, si estudiamos a la Naturaleza, pero realmente la estudiamos, y luego la relacionamos a nosotros, andaríamos mucho más tranquilos y contentos por la vida. ¿Sabes por qué?... Porque tus ideas son semillas, y el jardín de la mente es el tesoro de tu mente subconsciente. Y lo más importante es que… Opera bajo las mismas Leyes!
Así que pon atención a tu jardín, y lo que toma lugar allí, porque esto podría transformar tu vida.
"Todos los procesos de la naturaleza son exitosos".
Sigue a la Naturaleza!
Te deseo lo mejor.
Ernestina Villa